Pasé por una Biblioteca de libros antiguos y vi uno que atrajo poderosamente mi atención. Era claramente diferente.
Lo abrí y su interior estaba hueco... era un portal hacia ¨otro lugar...¨
Sentí la necesidad de ingresar en él... y me condujo hacia una pradera. A lo lejos vi un movimiento... era el viento que venía hacia mí arrastrando por el pasto una carta...
¡Otra carta de Kairos!
Acá estás, donde tenías que estar. ¿Por qué dudas? ¡Si éste es Tu Lugar! Soñabas con otros Mundos y viniste acá para crearlo. En tu interior está la llave para acceder a todo lo que imaginas. ¿Recuerdas cuando sentías que no encajabas en la realidad? Ahora puedes crear otra.
- ¿Y si no estoy preparada? - Le pregunté, como siempre lo hago, confiando en que mis dudas serían respondidas al continuarse mágicamente la escritura de la carta:
Siempre lo estuviste, sólo que no podías verlo.
- ¿Y si me arrepiento de lo que vaya a crear?
¿Cómo vas a arrepentirte? Si viniste a hacer lo que te dicta tu corazón. Ahora tenés que escuchar, pero sobre todo, escucharte... y darte cuenta que estás conectada con todo el Universo.
Unas luciérnagas se iban acercando...
Fíjate que en la Naturaleza todos los seres siempre se han guiado por la conexión que tienen en su interior y a su vez ellos jamás olvidan que están conectados con la Fuente. Se autoperciben como hermosas Divinidades, pues son Chispas de Luz. Hacen lo que sienten hacer porque se escuchan a sí mismos. ¿Ves esas luciérnagas? Ellas iluminan porque están conectadas con su propia esencia. Los pájaros vuelan y disfrutan la libertad. ¿Ves aquellos árboles? ¿Sientes su conexión sagrada? ¡Están brillando!
Cerré mis ojos y me quedé pensando. Era muy bello el mensaje que estaba recibiendo. Sentí una gran sacudida en el cuerpo, y una vorágine me retrocedió al portal del libro. El sueño se apoderó de mí y me impulsó a recostarme en la alfombra de la Biblioteca mientras que lentamente recordaba cada uno de los episodios que había vivido en el mágico día de hoy.
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