martes, 13 de abril de 2021

Esos ojos


El paso del tiempo se disuelve o quizás se esconde cuando hay niebla. Nadie puede asegurar a ciencia cierta qué hora es, salvo, claro, se tenga un reloj. No era mi caso. Preferí desconectarme del tiempo que suele esclavizar hasta al más simple de los mortales. 

A lo lejos escuché unas pisadas sobre las hojas secas, evidentemente yo no era la única que estaba recorriendo el lugar. Lejos de atemorizarme, me intrigó saber quién estaría allí, y me acerqué. 

Unos ojos vívidos brillaban detrás de un árbol añejo. Su pelaje dejaba entrever el correr de los años.

Me miraba, muy fijamente, como queriendo hablarme, aunque todos sabemos que los perros no hablan, así que no le di importancia y seguí mi camino. 

Comenzó a ladrar con una intensidad fuera de lo común. Nada indicaba que se hubiera lastimado o que estuviera ocurriendo alguna situación especial, así que seguí mi recorrido, porque además, ya estaba empezando a anochecer. 

Habré caminado quizás algunos metros, cuando ese perro se interpuso en mi camino, y volvió a clavarme la mirada. 

Un sobre color café revoloteó desde lo alto de un pino cayendo suavemente delante mío... ¡¿¡¿¡Otra carta de Kairos!?!?! 

Sin perder ni un segundo abrí el sobre y leí:

- Cuando mires lo que no has mirado, podrás ver lo que nunca has visto

¿Mirar? ¿Qué era lo que no había mirado? ¿El paisaje? ¿El perro? 

En la tierra se dibujaron mágicamente palabras que me respondieron:

- Esos ojos

- ¿Qué tenían los ojos del perro? Lo único que vi en ellos fue la insistencia... por cierto, era bastante grande. 

- No los miraste. Cuando lo hagas, podrás ver de verdad. 

Me di vuelta, pero el perro ya no estaba allí. Busqué detrás de cada árbol, hasta que por fin lo vi,  alejándose. Corrí a su encuentro y miré directamente a ¨esos ojos¨ La profundidad de su mirada me conectó con un portal que se abrió, y accedí a un plano paralelo. Allí estaba también él y todos los reinos animal, vegetal y mineral. Había mucha gente... todos sonreían... Era un mundo totalmente distinto al que habitamos. Todo brillaba... Sentí mi alma muy movilizada ¿Estaba soñando?  Nunca había estado en un lugar así... 

- Sí, ya estuviste en ese lugar. Tu alma procede de allí. Recuerda: Cada vez que estés anclada a las polaridades, la conexión con la verdadera realidad se desvanecerá. No olvides que ya no necesitas ¨volver¨ a ese lugar maravilloso, porque ya estás en él. Sólo será necesario que siempre lo recuerdes. 





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